Antes de comenzar con el proceso de construcción de una empresa es mejor tener claro el tipo de emprendedor que podemos llegar a ser o incluso si no tenemos aptitudes o cualidades necesarios para ser un buen emprendedor. Esto puede sonar duro pero no todos tenemos las mismas aptitudes para cada cosa y montar una empresa entraña riesgos muy grandes desde el punto de vista económico pero también desde el personal.
Tener nuestra propia empresas supone enfrentarnos a diario con situaciones que no esperábamos y que pueden resultar desagradables. En estas situaciones deberemos poner a prueba nuestra capacidad de iniciativa y nuestras facultades para poder superarlas. Muchas veces podremos solos y sin apoyo a nuestro alrededor, ese es el momento más difícil.
Otro de los factores que debemos tener claro es el motivo por el cual montamos la empresas. Puede ser meramente económico, también podemos querer sentirnos más poderosos o simplemente podemos verlo como una salida para poder alcanzar una nivel de bienestar aceptable y un reconocimiento de nosotros mismos.
También tenemos que tener presente la importancia que va a tener el dinero para comenzar nuestro nuevo negocio. Hay negocios que requieren menos inversión que otros para empezar. Cuanto más dinero tengamos que invertir en un principio mayores serán los riesgos de perderlo.
Dejando de lado lo dicho anteriormente debemos buscar que es lo que nos motiva personalmente para embarcarnos en la aventura de un nuevo negocio. Una de las causas más común es el deseo de ser uno su propio jefe y de esta manera poder marcar los objetivos y las metas, en definitiva no depender de otra persona.
Lo que hay que tener claro es que comenzar un nuevo negocio a menudo requiere mucho más esfuerzo que trabajar para terceros, si bien, puede compensar, por la realización a nivel personal que supone si sale adelante.
Esto son solo algunos apuntes que habría que tener presentes antes de dar los primeros pasos. Ponernos en situación puede ayudarnos a discernir si verdaderamente nos vemos capaces de afrontar las cargas que conlleva tener tu propia empresa.