El nacimiento de una nueva empresa siempre viene precedido por una idea de un emprendedor. El origen de esta idea puede ser muy diverso, en general surge de la observación atenta de las demandas de la sociedad de consumo, analizando que productos o servicios pueden tener posibilidades de negocio, bien porque estos no cubren la totalidad de las necesidades de los consumidores o bien porque no existan en la actualidad.

Un empresario debe estar muy atento a todas las fuentes de ideas para emprender un nuevo negocio. A continuación se indican las más importantes:

Los consumidores son una inmejorable fuente de ideas. Ellos son los que al hacer uso directo del producto o servicio en cuestión, tienen una mayor cantidad de sugerencias y propuestas para la subsanación de defectos, mejoras, nuevos usos, etc.

• Los distribuidores de los productos son los que reciben directamente de los consumidores las quejas ante los problemas o defectos de los productos y las sugerencias para la mejora o adaptación del producto a determinados casos.
• Los proveedores de los elementos que forman los productos, que en algunos casos son empresas de gran peso, buscan oportunidades de negocio en sus departamentos de I+D, algunas de estas ideas no encajan con su esquema de actuación, siendo una buena fuente para empresarios innovadores.
• La competencia  es una fuente continua de información. La observación atenta a la competencia (lanzamiento de nuevos productos, su gestión, apertura de mercados, etc.), puede servirnos de inspiración para nuevas ideas.
• El mercado exterior nos proporciona una gran cantidad de información de productos o servicios  que son exitosos  en otros países (nuevas técnicas, nuevos productos, modificaciones en productos existentes,  etc.) y que podemos implantar en el nuestro.
• Instituciones y organismos dedicados a la investigación pueden ser una fuente de ideas. Sus estudios pueden proporcionarnos ideas a desarrollar que ellos no son capaces de llevarlas a cabo.
• Los inventos y patentes, sea cual sea su origen (un inventor particular o un departamento de una gran empresa), pueden servirnos o para desarrollarlos  o como inspiración para nuevos productos.

Como aportación social únicamente pueden presentarse los derechos patrimoniales o bienes que puedan ser objeto de valoración no pudiendo aportar, en ningún caso, trabajo o servicios

Las participaciones sociales no se denominan acciones, no tienen el carácter de valores, no están representadas por anotaciones en cuenta ni por medio de títulos. La formalización de las participaciones sociales se realiza mediante documento público.

Como principales características del presente modelo de sociedad mercantil podemos citar:

• El mínimo número de socios es uno.
• La responsabilidad viene limitada al capital aportado
• El mínimo capital aportado es de 3.000€
• Se tributa según el Impuesto sobre Sociedades

En una Sociedad de Responsabilidad Limitada, los socios tienen derecho a participar en la toma de decisiones sociales y a ser elegidos como administradores. Igualmente tienen derecho a participar en el reparto de patrimonio y beneficios tras la liquidación de la sociedad.

Los órganos sociales en este tipo de sociedad son dos: La Junta General de Socios y Los Administradores.

La Junta General de Socios

Es un órgano que delibera y expresa los acuerdos de los socios. Su competencia se refiere a los siguientes asuntos:

• Reforma de los estatutos sociales
• Tanto la aprobación de cuentas anuales como la aplicación del resultado.
• Censura de la gestión social.
• Las variaciones sobre el capital social: incremento o reducción.
• Separación y nombramiento de administradores, liquidadores y, en caso necesario, auditores de cuentas
• Reforma, fusión y escisión de la sociedad.
• Disolución de la sociedad

Los administradores es un órgano tanto ejecutivo como representativo. Se ocupa de la gestión administrativa de la empresa social a diario y ejerce la representación de la sociedad ante terceros. El nombramiento de los administradores es competencia de la Junta General, siendo necesario, salvo disposición contraria en los estatutos, ser socio para poder ser nombrado administrador. 

Antes constituir una nueva empresa es de vital importancia haber realizado de forma pormenorizada un Plan de Empresa.  Se trata de una herramienta vital. Aunque ya tengamos experiencia en negocio en el pasado sigue siendo imprescindible su elaboración.

Un plan de empresa es un documento en el que analizamos nuestro futuro negocio identificando y describiendo las oportunidades que nos han llevado  a plantárnoslo. Este documento debe llevarnos a evaluar financiera, técnica y económicamente la viabilidad del mismo.

La realización de un Plan de Empresa no se limita únicamente a  proyectos de gran envergadura, es de gran valor en todo tipo de proyectos, grandes y pequeños, todos han de ser analizados puesto que nos aportara mucha información sobre la viabilidad de la oportunidad de negocio en cuestión.

Tanto si ya tenemos una gran experiencia en otros negocios como si carecemos de ella, es de suma importancia utilizar siempre esta herramienta antes de comenzar un nuevo negocio.

Un Plan de Empresa no es únicamente valioso en el caso de oportunidades de negocios futuros, también es un instrumento de gran ayuda en el caso de tener ya una empresa, ya que nos puede proporcionar información muy útil a la hora de  actuar sobre algún aspecto interno concreto de nuestra empresa, como su organización, sector comercial, la producción, sector financiero, etc., que no funciona o que queremos mejorar.  Por otro lado, el uso de esta herramienta puede resultarnos de gran ayuda en actuaciones sobre la cartera de negocios de la empresa, ofreciéndonos una información sobre la que poder apoyarnos en estudios de diversificación, análisis de nuevas oportunidades de crecimiento, etc.,

Los objetivos que se persiguen cuando se realiza un Plan de Empresa son dos:

• Antes de constituir un nuevo negocio, el Plan de Empresa nos proporciona el análisis pormenorizado de todas y cada una de las posibles variables que afectan al mismo, dando como resultado la información necesaria para dictaminar la viabilidad de este. 
• En el caso de una empresa ya constituida, lo utilizaremos como instrumento interno para analizar el funcionamiento de la empresa.

Un Plan de Empresa con resultado viable es un documento de gran importancia y utilidad a la hora de presentar nuestro futuro negocio ante terceros con el fin de realizar colaboraciones, solicitar ayudas económicas, etc.

Antes de comenzar con el proceso de construcción de una empresa es mejor tener claro el tipo de emprendedor que podemos llegar a ser o incluso si no tenemos aptitudes o cualidades necesarios para ser un buen emprendedor. Esto puede sonar duro pero no todos tenemos las mismas aptitudes para cada cosa y montar una empresa entraña riesgos muy grandes desde el punto de vista económico pero también desde el personal.

Tener nuestra propia empresas supone enfrentarnos a diario con situaciones que no esperábamos y que pueden resultar desagradables. En estas situaciones deberemos poner a prueba nuestra capacidad de iniciativa y nuestras facultades para poder superarlas. Muchas veces podremos solos y sin apoyo a nuestro alrededor, ese es el momento más difícil.

Otro de los factores que debemos tener claro es el motivo por el cual montamos la empresas. Puede ser meramente económico, también podemos querer sentirnos más poderosos o simplemente podemos verlo como una salida para poder alcanzar una nivel de bienestar aceptable y un reconocimiento de nosotros mismos.

También tenemos que tener presente la importancia que va a tener el dinero para comenzar nuestro nuevo negocio. Hay negocios que requieren menos inversión que otros para empezar. Cuanto más dinero tengamos que invertir en un principio mayores serán los riesgos de perderlo.

Dejando de lado lo dicho anteriormente debemos buscar que es lo que nos motiva personalmente para embarcarnos en la aventura de un nuevo negocio. Una de las causas más común es el deseo de ser uno su propio jefe y de esta manera poder marcar los objetivos y las metas, en definitiva no depender de otra persona.

 Lo que hay que tener claro es que comenzar un nuevo negocio a menudo requiere mucho más esfuerzo que trabajar para terceros, si bien, puede compensar, por la realización a nivel personal que supone si sale adelante.

Esto son solo algunos apuntes que habría que tener presentes antes de dar los primeros pasos. Ponernos en situación puede ayudarnos a discernir si verdaderamente nos vemos capaces de afrontar las cargas que conlleva tener tu propia empresa.